¿Te sientes siempre cansado? Tu entorno podría estar alimentando el estrés

¿Te sientes siempre cansado? Tu entorno podría estar alimentando el estrés

El desorden, el ruido constante y la falta de conexión con lo natural pueden activar respuestas de estrés crónico sin que lo notes. La neuroarquitectura propone caminos para recuperar el equilibrio desde el diseño.

Sentirse agotado todo el tiempo ya no es una excepción, es la norma. Según datos de la Universidad de O’Higgins (2025), el 89% de los trabajadores en Chile presenta síntomas de estrés crónico. El cuerpo y la mente viven en modo alerta, incluso cuando estamos en casa. Pero ¿y si parte del problema estuviera en los espacios que habitamos?

El entorno también acelera

Ruidos constantes, ambientes desordenados, luces frías y pantallas encendidas a toda hora: todo eso activa el sistema nervioso simpático, responsable de ponernos en estado de alerta. A nivel cerebral, el desorden visual —como superficies saturadas o acumulación de objetos— activa la amígdala, zona asociada al peligro.

Como explica la neurocientífica Sherrie Bourg Carter en Psychology Today (2012), estos entornos pueden elevar los niveles de cortisol, generar sensación de agobio y dificultar funciones como la concentración o el descanso. Es decir: el caos externo no es solo estético, también agota emocionalmente.

Ordenar también es cuidar

En los últimos años ha tomado fuerza el concepto de cleanfulness: una forma de autocuidado basada en el acto de ordenar con intención. Así como el mindfulness invita a estar presentes, el cleanfulness propone crear entornos que nos ayuden a pensar con claridad y sentirnos más tranquilos.

Desde la neuroarquitectura, existen acciones concretas que puedes aplicar:

  • Usar muebles con almacenamiento oculto, para reducir el ruido visual.
  • Incorporar texturas naturales como lino, algodón, madera o chenilla.
  • Dejar zonas vacías a propósito para permitir la calma visual.
  • Evitar la saturación cromática y de formas.
  • Regular la temperatura, la iluminación y la ventilación del ambiente.

Vivir en orden no significa tener todo perfecto, sino crear un entorno que acompañe, no que abrume. Es diseñar desde el cuidado, no desde la exigencia.

La naturaleza como regulador del sistema nervioso

Estudios como los de Kellert & Wilson (1993) han demostrado que incluir elementos naturales en espacios interiores reduce la presión arterial, mejora el estado de ánimo y favorece la recuperación del estrés. Este enfoque se conoce como biofilia, y es una de las herramientas más eficaces para reconectar con una sensación de bienestar.

Incluso prácticas como el Shinrin-yoku o “baño de bosque”, originarias de Japón, pueden replicarse en casa a través de aromas naturales, iluminación cálida, colores tierra y texturas orgánicas. No necesitas vivir en un bosque para activar esa respuesta de calma. Puedes empezar con un rincón en casa donde te sientas realmente bien.

Diseñar para bajar la velocidad

En Antico creemos que el diseño interior no es solo estética. Es una herramienta concreta para cuidar tu salud mental y emocional. Porque a veces, lo más poderoso que puedes hacer por ti es diseñar un espacio que te calme, te enfoque y te sostenga.

¿Y tú? ¿Qué te está pidiendo tu cuerpo últimamente? Tal vez la respuesta no está en hacer más, sino en observar tu entorno con nuevos ojos.

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